sábado, 22 de agosto de 2009
Climas equivalentes a los polares en cuanto a temperaturas y precipitaciones se dan en las cumbres con nieves perpetuas y cubiertas por glaciares de algunas montañas de latitudes medias y bajas. Y ello porque la altitud produce el mismo efecto y origina unas condiciones similares a las que produce el aumento en latitud. La montaña siempre es un elemento discordante con respecto a su entorno, ya que presenta características que no aparecen en las tierras bajas que la rodean, tales como disminución de la presión y de la temperatura con la altura, mayor humedad, al menos hasta cierto nivel, y mayor pureza del aire, que, sin embargo, aparece cada vez más enrarecido. No obstante, y a pesar de estas singularidades, el régimen de montaña obedece, en último término, al tipo de circulación dominante en las latitudes correspondientes. La vegetación es también original y varía según tres factores fundamentales: la latitud a la que se halle la montaña, la altitud y la exposición de sus vertientes a los rayos solares y a los vientos dominantes.
El turismo es uno de los más importantes aprovechamientos de las montañas en la actualidad.. Observa el siguiente vídeo:
0 comentarios:
Publicar un comentario