martes, 26 de junio de 2012
Con la mejoría climática de este período aparecen una serie de cambios que se ha llamado tradicionalmente como Revolución Neolítica.
En Extremadura, las poblaciones neolíticas se hallaban junto a los ríos y en zonas fértiles, la cronología que se establece de forma general para estos asentamientos es de unos 5.000 años A.C. Existían tres formas de asentamientos, muchos de ellos surgidos a finales del Neolítico, que permanecerán en épocas posteriores:
1- Los asentamientos en cuevas. Se localizaron en zonas donde pre dominaba la ganadería. Destacan en la provincia de Badajoz, la cueva de la Charneca (Oliva de Mérida), y en la provincia de Cáceres, las cuevas del Conejar (Cáceres) y de Boquique (Plasencia).
Cueva del Conejar (Cáceres)
Cueva de Boquique (Cáceres)
2- Los poblados al aire libre. Tuvieron una clara relación con la agricultura y ganadería. Sobresalen, en la provincia de Cáceres, el poblado del Cerro de la Horca (Plasenzuela) y el de Los Barruecos (Malpartida de Cáceres). En la provincia de Badajoz los poblados se situaron en las márgenes del río Guadiana y en Tierra de Barros.
Los Barruecos (Malpartida de Cáceres)
El Jardinero (Valencia de Alcántara)
Extremadura posee escasos vestigios arqueológicos, lo que dificultad el conocimiento del Neolítico. Se han encontrado restos de vasijas de cerámica decoradas con puntos y líneas, así como útiles de piedra pulimentada (hachas, dientes de hoz, puntas de flecha y cuchillos de sílex1), que pertenecen al final de esta etapa y enlazan con la Edad de los Metales.
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