domingo, 6 de septiembre de 2009
En primer lugar observa el siguiente vídeo:
Se entiende como Ilustración a un movimiento intelectual que tiene como bases un conjunto de ideas filosóficas que enfatizan la confianza en la razón como solución de muchos de los males de la humanidad. La razón aplicada a través de los conocimientos científicos difundidos gracias a la educación (los ilustrados creen en la necesidad de alfabetizar al conjunto de la población) se convierte en una herramienta esencial para el progreso de la humanidad. La confianza en el uso de la razón, la defensa de las libertades individuales y de la tolerancia religiosa y el optimismo ante el futuro, son rasgos característicos de muchos de los llamados ilustrados.
El nombre de Ilustración, hace referencia la “luz” que arroja la razón al abordar muchos asuntos considerados antes misteriosos. En muchos idiomas el movimiento es denominado con una palabra que hace referencia a esa luz clarificadora de la razón: Illuminismo (Italia), Enlightenment (Gran Bretaña)...
La Ilustración considerada por muchos como una corriente filosófica francesa, tiene claramente una inspiración británica (Locke, Hume, Newton). Sin embargo, sus figuras más importantes serán en buena parte un grupo de pensadores franceses (Les philosophes), entre los que destacan Diderot, D´Alembert, Voltaire, Montesquieu y Rousseau. Todos estos pensadores tienen ideas muy diferentes, pero globalmente coinciden en la valoración de la inteligencia humana, de la razón, como instrumento que puede desvelar los secretos de la naturaleza y proporcionar técnicas que mejoren no sólo las condiciones materiales de la humanidad, sino también hacer mejores éticamente a los humanos. A través de la educación puede conseguirse el progreso global de la humanidad.
Algunos de los principales representantes de la ilustración son:
Montesquieu. Teorizó sobre la división de poderes.
Voltaire. Indagó en la libertad de pensamiento y abogó por una nueva religión (deísmo) que sustituyese a las reveladas.
Rousseau. Hizo hincapié en el estudio de la Naturaleza y las relaciones sociales entre los hombres.
Las características de la Ilustración son las siguientes:
Las características de la Ilustración son las siguientes:
En cuanto al pensamiento económico Ilustrado tenemos que destacar el Mercantilismo:
Se trataba de una corriente de pensamiento económico que cifraba la riqueza de un estado en la posesión de metales preciosos (oro y plata). Su objetivo era contribuir al engrandecimiento del monarca a través de los medios económicos y para conseguirlo establecía una serie de pautas. Como mejor actividad para conseguir esta acumulación se impuso la fisiocracia que sostenían que la riqueza de un estado hay que buscarla en la naturaleza, más exactamente de la agricultura. Las otras actividades económicas (industria y comercio) eran consideradas estériles. Su principal teórico, Quesnay, realizó en su obra "Tableau économique" una serie de consideraciones. A partir de mediados del siglo XVIII se impondrá el liberalismo económico, para sus defensores, la riqueza del Estado no radica ni en la acumulación de metales preciosos (mercantilismo) ni exclusivamente en la agricultura (fisiocracia), sino en la libertad. El Estado no ha de intervenir en la actividad económica, ha de dejar total libertad a la iniciativa y a la empresa privadas. Su principal teórico fue Adam Smith quien expuso su pensamiento en la conocida obra "La riqueza de las naciones".
Aunque la Ilustración caló exclusivamente en sectores minoritarios de la sociedad, sus valedores siempre intentaron extender sus ideas desde y a través de diferentes ámbitos.
Básicamente fueron estos:
Básicamente fueron estos:
Las sociedades científicas, literarias o artísticas y las academias, apoyadas por los poderes públicos.
Las sociedades de amigos del país, establecidas usualmente en las principales ciudades y capitales de provincia.
Los Salones. Tertulias o reuniones de ilustrados para tratar sobre los más diversos temas.
Pero sobre todo la mayor expansión se obtuvo mediante la Enciclopedia:
Es un “diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios”. Es decir, un inventario de todo el saber de la época. Su director fue Diderot.
Se publicó entre 1751 y 1772 y en él colaboraron especialistas de diversas materias: D’Alembert (matemático), Voltaire y Rousseau (filósofos), Turgot (economista), Buffon (naturalista), etc.
Los criterios para su elaboración fueron estricatamente científicos, lo que le grangeó la oposicion de los sectores más reaccionarios de la sociedad y la persecución eclesiástica.
Obtuvo un notable éxito en Francia (donde se publicó por vez primera) e igualmente en el resto de Europa.
La Ilustración en España
Los ilustrados españoles se movieron en el entorno de la Corona, ocupando cargos políticos principales desde los que potenciaron el reformismo. No cuestionaron el despotismo borbónico, sino que lo entendieron como la palanca poderosa que había que utilizar para remover las estructuras establecidas y sacar al país de la decadencia. En general, su actitud fue moderada y en su condición de cristianos ilustrados se encuentra su mayor peculiaridad.
Los ilustrados españoles se movieron en el entorno de la Corona, ocupando cargos políticos principales desde los que potenciaron el reformismo. No cuestionaron el despotismo borbónico, sino que lo entendieron como la palanca poderosa que había que utilizar para remover las estructuras establecidas y sacar al país de la decadencia. En general, su actitud fue moderada y en su condición de cristianos ilustrados se encuentra su mayor peculiaridad.
Domínguez Ortiz plantea la evolución ideológica ilustrada distinguiendo un primer momento, en los comienzos del siglo, cuando penetran las nuevas ideas y se plantean los modernos conceptos y métodos científicos y filosóficos. El segundo momento, en el segundo cuarto de siglo, se inició con un ambiente más abierto, reflejado en la publicación del Teatro crítico de Feijoo (1726). En el tercer cuarto de siglo se produjo el momento de plenitud, en torno a Carlos III y sus ministros (Aranda, Floridablanca y Campomanes). Hacia 1780 se inició, sin embargo, un período de reacción que cortó el proceso reformista. Las universidades se convirtieron en baluartes contra el reformismo, y la Corona inició la lucha por su control para someterlas a su política y eliminar en ellas la influencia eclesiástica.
La expulsión de los jesuitas (1767) significó un conflicto religioso y político puesto que estos influían en el gobierno a través de sus antiguos alumnos. Campomanes aprovechó el trasfondo de otras expulsiones (Portugal, Francia) y el propicio ambiente de renovación religiosa española, que deseaba la potenciación del papel de los párrocos y los obispos frente al excesivo poder de Roma, para presionar a Carlos III en una coyuntura favorable. A raíz del motín de Esquilache, los jesuitas fueron acusados de participar en él.
Para aclara conceptos puedes ver el siguiente vídeo:
Para finalizar realiza los siguientes ejercicios:
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